Navegadores en Android hay para dar y regalar. Basta con una sencilla búsqueda en Google Play para encontrar cientos y cientos de ellos, no todos igual de buenos. El más usado, y con diferencia, es Google Chrome. Google lo preinstala en todos los dispositivos Android y, aunque algunos fabricantes optan por implementar sus propias alternativas, el de Google no tiene un rival que le haga sombra, al menos en volumen de usuarios.
Navegadores para Android
Sin embargo, hay gente a la que le gusta salir del ecosistema de Google y probar alternativas de terceros. Para facilitar la labor de búsqueda, hemos querido hacer una pequeña selección de los mejores navegadores para analizarlos, ver sus pros y contras y, finalmente, decantarnos por uno u otro.
Siendo francos, un navegador es lo que es y el funcionamiento es exactamente el mismo sea cuál sea el nombre o el desarrollador. Todos tienen una barra de búsqueda en la que el usuario debe introducir la URL o término para obtener los resultados. Hasta ahí, todo bien. Sin embargo, hay una serie de requisitos que, al menos a nuestro juicio, deben cumplirse para que la experiencia sea lo más completa posible. Son los siguientes:
Cabe destacar que Google Chrome permite modificar el buscador (se puede elegir Gooogle, Yahoo!, Bing y DuckDuckGo), almacenar contraseñas e iniciar sesión automáticamente, establecer métodos de pago y direcciones de envío/facturación y modificar la página de inicio para que se abra la web que nosotros queramos al iniciar el navegador.
En cuanto a las funciones de privacidad, Google Chrome permite activar la navegación segura, de forma que restringue el acceso a webs peligrosas, y marcar la opción de no seguimiento, lo que manda una solicitud a la web para que no te rastree. Eso se traducirá en anuncios menos acordes a tus intereses, pero en última instancia dependerá de que cómo la web en cuestión la interprete. También se pueden desactivar las cookies y bloquear las de terceros, la ejecución de JavaScript y, finalmente, cuenta con un bloqueador de anuncios engañosos o invasivos.
Pasamos al siguiente, que no podría ser otro que Firefox, el navegador desarrollado por Mozilla. Como Chrome, Firefox dispone de aplicaciones para móviles y sistemas de escritorios que se pueden sincronizar entre sí gracias a la cuenta de Firefox, por lo que todo lo que hagas en escritorio estará disponible en el smartphone y viceversa.
En cuanto a funciones, Firefox permite modificar la página de inicio y el idioma, activar la navegación a pantalla completa (lo que oculta la barra de notificaciones para que la experiencia sea más inmersiva) y compactar pestañas, de forma que puedes ver de un vistazo todas las que tengas abiertas y volver rápidamente a una de ellas.
Asimismo, un punto a tener en cuenta son los complementos o extensiones. Firefox permite descargar desde su propia tienda diferentes Add-ons para mejorar la experiencia de navegación, cambiar el tema del navegador, añadir un bloqueador de anuncios invasivos, etc. Es una función muy particular y que seguramente sea del agrado de muchos usuarios. Por desgracia, no tiene modo oscuro.
Lo malo es que no permite tener varias pestañas abiertas a la vez o un historial de búsqueda al que acceder. Para salir de la pestaña hay que pulsar el icono de la papelera, y eso borra por completo el historial y todos los datos privados. La única solución para sacarle provecho es añadir accesos directos a las webs de acceso común en la pantalla de inicio, lo que puede ser algo tedioso para algunos usuarios.
Brave es un navegador basado en Chromium, que es el código fuente del que bebe Google Chrome. Sin embargo, su interfaz es bastante diferente y, en cierto modo, algo más accesible. Empezando por la sincronización, Brave tiene cliente para escritorio, pero la función de sincronización está en fase beta. Todo sea dicho, lo bueno es que no necesitas un correo electrónico ni nada por el estilo, basta con escanear un código QR desde la app móvil.
En relación a las funciones, una que es interesante es la posibilidad de configurar un motor de búsqueda diferente para cada tipo de pestaña (Google para la pestaña estándar y Yahoo! para la privada, por ejemplo). Al estar basado en Chromium tiene muchas funciones de Chrome, como el almacenamiento de contraseñas, métodos de pago y direcciones, pero Brave ha añadido muchas más relacionadas con la privacidad.
Algunos de ellas son HTTPS Everywhere, que fuerza la conexión segura al acceder a una web siempre que esté disponible, cerrar pestañas al salir, modo de protección contra rastreo, bloqueo de anuncios tanto generales como regionales. Eso debería servir para mejorar los tiempos de carga de las web.
Dejamos ya Mozilla y pasamos a Microsoft, que hace un tiempo tuvo a bien lanzar Edge, sustituto espiritual de Internet Explorer, en Google Play. Como ocurre con Google y Chrome, Mozilla y Firefox, Edge tiene un sistema de sincronización con Edge para Windows 10, por lo que todos tus marcadores e historial estarán disponibles en ambos sistemas. Solo es necesario tener una cuenta de Microsoft.
Antes de hablar de las funciones, cabe destacar que lo primero que hace Edge nada más abrir la aplicación es preguntarte si lo quieres establecer como predeterminado. No es el único que lo hace, pero sería de agradecer que antes de asaltarte te dejase usarlo un rato para decidir. Dicho lo cual, Edge tiene una interfaz muy diferente a lo que hemos visto hasta ahora, acercándose más a la característica de Windows 10 que a Google Chrome o Android. Dependerá de los gustos personales de cada usuario.
DuckDuckGo tiene un navegador enfocado a aquellos usuarios que usen el motor de búsqueda DuckDukGo. No tiene sincronización entre ordenador y móvil, lo que supondrá una ventaja para algunos y una desventaja para otros. Como navegador que vela por la privacidad, DuckDuckGo no permite cambiar el motor de búsqueda, ya que eso iría en contra de sus propios principios.
Sus opciones son bastante básicas. Por defecto viene con el modo oscuro activado, aunque si lo deseas puedes activar el modo claro desde los ajustes. Cuenta con sugerencias de autocompletado y un panel de control desde el que ver si la conexión está encriptada, así como un icono de una llama que sirve para limpiar todos los datos de navegación con solo una pulsación.
Muy privado, sin duda, pero con margen de mejora. La carga de webs es un poco lenta y la aplicación no está español, solo en inglés. Puede ser interesante para cierto nicho de usuarios, pero lo cierto es que para un uso más "general", el navegador se puede quedar un poco corto. Además, DuckDuckGo se puede configurar como motor de búsqueda en todas las aplicaciones, por lo que siempre puedes usar cualquiera de las otras alternativa de este artículo con dicho motor activado por defecto.
Samsung Internet Browser es, como su nombre bien indica, el navegador que va instalado de fábrica en todos los móviles de la compañía coreana, lo que no quiere decir que no esté disponible en Google Play para cualquier tipo de usuario, use el móvil que use. No tiene sincronización con cliente de escritorio puesto que no existe cliente de escritorio, pero sí permite sincronizar el historial y los marcadores entre varios dispositivos usando una cuenta de Samsung.
Entre las funciones destacadas de la aplicación tenemos la posibilidad de descargar un bloqueador de anuncios externo o añadir Amazon Assistant, cambiar la página de inicio, esconder la barra de estado para que la navegación sea más inmersiva y añadir un botón para subir arriba del todo de la web rápidamente, así como una barra de desplazamiento lateral similar a la de los navegadores de escritorio.
Seguimos con Opera, otro viejo conocido en este mundillo de los navegadores. La empresa tiene un cliente de escritorio y es posible activar la sincronización entre móvil y ordenador, por lo que si ya eres usuario de Opera irás bien servido con su app móvil.
Pasando a sus funciones, Opera viene bien cargadito. Permite guardar contraseñas y datos de autorrellenado de pagos y formularios, algo que es bastante útil. El navegador cuenta con un modo de ahorro de datos y una VPN gratuita incorporada que sirve tanto para la red móvil como para cuando estamos conectados al WiFi. Asimismo, dispone de un bloqueador de publicidad, una cartera de criptomonedas (que no todas las personas usarán pero que está ahí) y varias configuraciones de interfaz.
Destaca el modo nocturno, que baja el brillo y oscurece la interfaz cuando lo activamos. Sin embargo, no se activa en las webs, sino que solo se aplica a la propia aplicación. De nuevo, si el fondo de una página es blanco, con el modo oscuro activado lo será también. También se puede configurar el diseño para que sea de móvil o tablet y ocultar la barra de herramientas, ya sea siempre o al hacer scroll.
En cuanto a usabilidad, no hay ninguna pega que le podamos poner a Opera. Todos los accesos de uso común se han colocado en la zona inferior y se puede usar sin ningún problema con una sola mano. Solo decir que el acceso a los ajustes no es el clásico icono de los tres puntitos, sino el logo de Opera, lo que puede ser algo lioso para algunos usuarios que no hayan usado antes la aplicación.
Nos vamos acercando al final y lo hacemos de la mano de Dolphin Browser, otro "perro viejo" de Google Play. Al no tener versión de escritorio no tiene sincronización con el ordenador, pero sí se puede iniciar sesión en Dolphin Connect para que el historial y los marcadores se compartan entre varios dispositivos. De hecho, esta misma función sirve para guardar pestañas en la nube y acceder a ellas desde otro móvil o tablet, muy útil. 2ff7e9595c
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